Esta creación de Antonín Dvorák, compositor checo, no se veía en el Real desde hace casi un siglo, como expresó el director artístico Joan Matabosch en la rueda de prensa. El coliseo madrileño sigue abierto, con una rebaja importante en la ocupación de su aforo, pero es de los pocos teatros europeos, junto con otros en Madrid y España, que siguen ofreciendo funciones presenciales, siguiendo las normas habituales antipandémicas.Aunque la salida a la venta de las entradas para Rusalka...